PRESENTE Y FUTURO DEL COACHING EDUCATIVO

      Podríamos afirmar que existen tantos campos de aplicación del coaching como podamos imaginar. La realidad es que siendo una disciplina todavía nueva en España, está creciendo de manera muy rápida y se hace cada vez más diverso en su alcance a medida que los coaches se especializan en un amplia gama de nichos demográficos y temáticos. . Como expresa Laura Withworth, “prácticamente cualquier grupo de edad , cualquier ocupación y cualquier pasión personal tienen un coach esperando a contestar la llamada.” 

En el campo de la educación, el coaching apenas empieza a despuntar. La bibliografía sobre coaching educativo en español es todavía muy escasa, apenas algunos profesores u orientadores que se han atrevido a poner por escrito lo que en la práctica están realizando en sus aulas.  En cuanto a publicaciones en revistas científicas tampoco abunda el tema del coaching aplicado a la educación aunque se podrían destacar algunos estudios significativos como el de Slater y Simmons (2001) o Campbell (2001) con respecto a la aplicación del coaching al trabajo de los orientadores en las escuelas de secundaria.  

Sin embargo en el área de orientación escolar es muy posible que tal y como afirma Bisquerra, haya muchos orientadores que ya estén haciendo coaching sin ser muy conscientes de ello. Puede que de una manera informal o desestructurada y que no podría recibir la validación de las asociaciones de coaching por no ceñirse a la metodología, pero sí en cuanto a la esencia de lo que es el coaching. A juicio de este autor, “coaching y orientación tienen tantos elementos en común que hay argumentos para poder considerar que el coaching  es una técnica de la orientación, que se ha ido abriendo camino en las empresas de forma espectacular en la primera década de los 2000”.

Conscientes por tanto de la fuerte relación entre coaching y orientación y de que el “apellido” del coaching no es más que el campo de aplicación de dicha disciplina sin exigencia de atributos o complementos distintivos, podemos decir que el coaching educativo o escolar es una actividad de acompañamiento orientada a desarrollar la reflexión, de cara a una modificación del comportamiento y a optimizar el potencial del joven para controlar su escolaridad.

No quiere esto decir que el coaching aplicado a la educación no vaya a tener ciertas características propias, sino que será en la medida que se vayan implementando programas de aplicación de coaching en las aulas que la práctica irá definiendo esas características. Por ahora nos encontramos en una fase muy incipiente de descubrimiento de lo que el coaching puede hacer por el mundo académico. 

Lo que sí sabemos es que a la hora de establecer una metodología de aprendizaje debemos tener en cuenta las indicaciones que el Informe Delors, publicado por la UNESCO en 1998, hizo respecto a la educación del siglo XXI, indicando que ésta debe estar fundamentada en cuatro pilares básicos: en primer lugar, aprender a conocer y aprender a aprender para aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de toda la vida. En segundo lugar, aprender a hacer, para capacitar a la persona para afrontar muchas y diversas situaciones. En tercer lugar, aprender a ser, para obrar con autonomía, juicio y responsabilidad personal. Y en cuarto lugar, aprender a convivir, a trabajar en proyectos comunes y a gestionar los conflictos. 

Relacionando directamente el coaching con el proceso de aprendizaje, nos unimos a la afirmación de Fernando Huesa de que en el coaching, el aprendizaje es concebido como un sistema complejo de procesos, que difiere de un individuo a otro y en el que cada persona decide cuál es la estrategia más adecuada para gestionar su propio proceso de aprendizaje. Desde el coaching se trata de facilitar la construcción del sistema de cada persona teniendo en cuenta, cómo se obtiene la información, cómo se selecciona la información, cómo se organiza y cómo se construye el cuerpo del conocimiento. Considera, por tanto, a la información como el recurso, y todo lo demás, como el proceso que cada cual sigue para construir su propio sistema de conocimiento.

Así pues, en la medida que la reflexión sobre la aplicación del coaching se vaya llevando a cabo de la mano de la práctica concreta en los centros educativos podremos asomarnos al universo de posibilidades que esta disciplina puede ofrecer al proceso de enseñanza,  y considero que en un plazo no muy largo la formación en coaching será imprescindible en la formación del profesorado por su estrecha conexión  con el aprendizaje. 

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